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De Medellín a Ipiales:

  • Foto del escritor: mpak y vamos
    mpak y vamos
  • 22 ago 2020
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 2 sept 2020

Viajer@: Andrés.



  • Santuario de las Lajas, Ipiales, Nariño.


Uno de los viajes que más recuerdo como una experiencia inolvidable fue por allá en diciembre de 2014, cuando viajé de Medellín a Ipiales, una ciudad en el Sur de mi país, casi en el límite con Ecuador.

Hay varias formas de llegar a Ipiales desde Medellín, Nosotros nos fuimos en bus directo y nos demoramos más de 18 horas. También se puede tomar un avión a Pasto o a Cali y desde ahí tomar un bus, que hoy en día es bastante económico y mucho más rápido. El bus desde Medellín hasta Ipiales tiene un valor aproximado de $126,000 COP, unos $35 USD. (Precios a hoy, 2020)

Salimos de Medellín un lunes 15 de diciembre. Las primeras horas del viaje estuve despierto, conversando con mis compañeros e intentando calmar un poco la ansiedad siempre presente al comenzar cada viaje. Salimos de Medellín mientras observábamos paisajes ya conocidos, pero unos kilómetros más adelante, cuando el sol iba bajando, me quedé dormido. La primera noche del paseo la pasamos en el bus, la primera de muchas de las que pasaríamos en los próximos días.

Al día siguiente, martes 16 de Diciembre,:

me desperté en el lugar dónde el bus paró a desayunar, muy temprano en la mañana. Era lo más al sur que había estado hasta ahora en mi vida. Estábamos en algún lugar entre los departamentos de Nariño y Cauca. El desayuno fueron unos huevos rancheros con pan. De ahí en adelante no me volví a dormir, ya que una de las cosas que más disfruto de los viajes en bus es poder observar los paisajes, las casas y las figuras de cada destino. Continuamos el trayecto hasta llegar a la ciudad de Pasto, dónde el bus se detenía a recoger pasajeros. Yo me bajé rápidamente en la terminal porque quería ir al baño, pero sobre todo porque quería ver y tomarle una foto al famoso volcán Galeras! Los volcanes definitivamente iban a marcar la primera parte de este viaje. Viendo los hermosos paisajes entre Pasto e Ipiales no puedo evitar pensar en William Blake: “Grandes cosas suceden cuando hombres y montañas se encuentran”. Me impresionaron mucho los paisajes de Nariño, una geografía llena de cañones y cascadas hermosas, de espacios verdes y amplios, de bosques y de montañas enormes con riscos y caídas de agua que forman valles imponentes.

Cuando por fin llegamos a la ciudad fronteriza de Ipiales llevábamos ya más de 20 horas de viaje. Ipiales es una ciudad pequeña, con una enorme plaza central, que tiene algo de atractivo. La terminal es pequeña y allí mismo tomamos un taxi que nos llevó a mi y a mis cuatro acompañantes hasta la entrada del cañón dónde está ubicada la iglesia de Las Lajas. El taxi en esa época nos cobró unos $2,000 COP por persona (menos de un dólar).

  • Foto tomada desde la terminal de buses de Pasto, con el volcán Galeras de fondo.


Estoy al frente del Santuario de las Lajas, un lugar sorprendente! El cañón es el lugar perfecto para esta hermosa iglesia neo-gótica construida en 1899, que se eleva majestuosa con sus columnas que son más altas que ella misma. El ruido que hacen la quebrada y la cascada combinan bien con el viento, la tranquilidad y la paz del lugar. Siento que el cañón es más mágico que la iglesia misma, que es él quien guarda la magia del lugar y la energía de todos los creyentes que se acercan a orar y rezar.

El edificio principal mide 27,5 metros, la altura hasta la torre es de 100 metros y el puente mide 50 metros de alto por 17 metros de ancho y 20 de largo. El interior de la iglesia no es menos impresionante, con su estilo ojival que descansa sobre columnas que al unirse forman el techo, y adornado con mosaicos fabricados en fibra de vidrio. Recorrimos el interior y una parte del museo y salimos de la iglesia a sentarnos y descansar un poco. Yo me senté sobre una piedra a escribir, mientras Santiago hacía lo mismo, Tefa dibujaba y Camila y Alejandro miraban pensativos a su alrededor. La energía de este espacio es increíble y nos tomamos el tiempo para sentirla y disfrutarla. Luego caminamos hasta una cascada cercana y después hasta la parte más oriental del lugar, donde se encuentra un mirador desde el cual tomamos fotos de la quebrada y de las montañas.



  • Fotos del Santuario de las Lajas y parte del Cañón.

A la salida del templo nos detuvimos a observar una estatua de San Miguel Arcángel matando a un dragón y fuimos recibidos por vendedores ambulantes que ofrecían en su mayoría cuy, manillas con figuras de cuy, camisetas de Cuy y pequeñas estatuas talladas con la imagen del templo de Las Lajas.



  • El cuy, platillo típico de esta zona del páis.


Desde Las Lajas fuimos en taxi hasta Ipiales (volvimos a pagar $2,000 COP), donde nos decidimos a probar el Cuy, el cual en apariencia no es muy diferente a un hámster. Nos explicaron que estos animales se alimentan solo de pasto y crecen en granjas en las afueras de la ciudad, donde son criados para el consumo a escala, como las vacas. El cuy tiene un sabor particular. A mí me gustó y les recomiendo probarlo, no solo por la experiencia sino por lo que nos une a nuestra historia. Lo que hoy es Colombia hizo parte del imperio Inca, porque Pasto y algunas regiones del departamento de Nariño hacían parte del mismo, y el Cuy se consume porque era un platillo típico que se comía desde el sur de Perú hasta el sur de Colombia. En Pasto y en la zona sur de Nariño se mantiene esa tradición Inca.

Después del Cuy, que mi prima Camila no quiso probar, como muchas de las cosas que comimos en el viaje, tomamos un pequeño bus hacia Rumichaca, en frontera con Ecuador. (Continua en próximo post).

¿QUÉ HACER EN IPIALES?

Les recomiendo definitivamente probar el Cuy, el platillo Inca, aún presente en esta zona del país. Deben ir al santuario de Las Lajas y recorrer no solo el templo, sino todo el cañón a su alrededor, bajando hasta el cimiento de las columnas para percibir su magnitud. La plaza principal de Ipiales es bonita; tiene la misma estructura de las plazas de Boyacá, cuya forma fue tomada de las plazas españolas. Además de esto supimos de varias cascadas y ríos muy bonitos alrededor de Ipiales, los cuales vale la pena visitar. Desde Ipiales se puede cruzar la frontera ecuatoriana y hay varios sitios de interés cerca. En el próximo post: De Ipiales a Otavalo hablaré de uno de ellos (El cementerio de Tulcán).

¿CUÁNTO TIEMPO PASAR EN IPIALES?

Nosotros estuvimos la primera vez de paso y la segunda vez nos quedamos una noche. Mi recomendación va a depender del tipo de viaje que se esté haciendo. Si la idea es ir a conocer Nariño, les recomendaría quedarse de 2 a 3 días en Ipiales y desde ahí cruzar a Ecuador y conocer los diferentes ríos y cascadas de la zona. Si se va de paso, les recomiendo pasar por lo menos una noche en Ipiales, para descansar y tomarse el tiempo para conocer la ciudad y el Santuario.

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