top of page
  • Facebook - círculo blanco
  • Instagram

La calmada Málaga

  • Foto del escritor: mpak y vamos
    mpak y vamos
  • 27 ene 2021
  • 3 Min. de lectura

A Málaga llegamos a las 19 h, con un sol imponente, la brisa marina y su característico olor. Desde el bus se veía a lo lejos una ciudad blanca y el Mediterráneo en el fondo tan azul como yo lo recordaba. Es en ese momento cuando tu corazón comienza a palpitar más fuerte y no ves la hora de bajarte del bus y comenzar a descubrir tu nuevo destino.


El apartamento que reservamos era muy bonito, a una sola cuadra de la calle más linda y elegante que había visto. La calle Marqués de Larios, fue construida con diseños simétricos y esquinas redondeadas que permiten que la brisa pase, en el 2002 fue inaugurada su peatonalización siendo esta una de las calles más importantes. La señora que nos recibió para entregarnos el apartamento nos enseñó que podíamos hacer, hasta nos contó que a unas pocas cuadras vivía Antonio Banderas y nos recomendó ir a una terraza a tomar algo desde donde se podía ver el mar y la Alcazaba. Esta es una fortaleza que se encuentra en las faldas del monte Gibralfaro. Dicho y hecho, seguimos las recomendaciones y fuimos a la terraza. Allí nos tomamos el recurrente tinto de verano y vimos un atardecer espectacular que comenzó con unos tonos morados pasando por naranja y finalmente terminando en un rojo muy intenso. El aire definitivamente se sentía diferente: el olor del Mediterráneo, esa brisa que refresca y te reconforta, hacía más increíble ese momento. La gente es muy diferente de lo que veníamos viendo en las otras ciudades; de ver gente con rasgos más árabes, ahora nos encontramos con el malagueño; una mezcla entre el español del centro del país y el andaluz.


La “manquita “ así le llaman los Malagueños a la catedral pues no fue terminada y le falta una parte de la Torre sur


Al día siguiente fuimos a la fortaleza. Tuvimos la suerte de adelantarnos un grupo de jubilados y niños para así poder llevar la delantera con el camino despejado y tomar mejores fotos, así logramos ver la mejor vista de Málaga, un lugar espectacular que nos dejó sin habla.


Yo diría que Málaga es más para vivir su ambiente, para sentarse en sus diferentes bares y restaurantes, para vivir esa calma y tomar el sol que cae y así lo hicimos. Vimos el mar y nos relajamos, comimos delicioso y le pusimos pausa a nuestra mente. Veníamos a un ritmo muy rápido, pues esto de viajar a contrarreloj agota a cualquiera. En algo me recordó a Medellín, capaz su gente, o la tranquilidad que me regaló la ciudad. Había leído que en Málaga tienen una forma particular de pedir y tomar el café, obviamente esto me llamaba mucho la atención. Esa mañana fuimos al Café Central Málaga donde dicen que inicio todo; diez son las diferentes formas de pedir un café allí, y todo varía en la cantidad de café o leche que se utilice para este. Su mítico mosaico plasmado en la pared ilustra de maneará graciosa cada una de estas, incluso hay una que es “ no me pongas nada”



Durante un viaje con alguien es importante identificar para que somos buenos. Y nosotros lo teníamos claro: Dani se encarga siempre de las ubicaciones, de encontrar los lugares y guiarnos hasta donde queremos, obviamente él es un poco más aterrizado que yo en ese aspecto y su sentido de ubicación supera en grandes proporciones al mío; yo soy un poco más despistada y me guío por lo que mi corazón siente, esto me a ha llevado a perderme muchas veces. También se encarga del idioma y la comunicación con la gente, pues es mucho mejor en eso que yo. Mi papel es llevar las cuentas y la vaca( fondo común como decimos en Colombia) me encargo de las finanzas y de tener la plata segura, también conozco un poco más de las historias de cada lugar y de fotografiar cada momento.


Cargar las maletas ya es una acción que tenemos bien aprendida, hacemos la coreografía perfecta para ponernos atrás la grande y adelante la más pequeña, esta es la que se encarga de equilibrar el peso y mantenernos erguidos, por lo cual es muy fácil caminar con ellas. Lo que sí hemos experimentado, es que la maleta de adelante es como llevar una barriga de 9 meses, no nos vemos nuestros pies y muchas veces nos toca entrar así al baño y sentarnos en sillas, cuando nos paramos hacemos prácticamente la misma acción de una embarazada, ya entendemos lo que es tener ese peso y esa barriga adelante.




 
 
 

Comments


WhatsApp Image 2020-08-17 at 5.52.53 PM.

Gracias por pasar por aquí!

mpak%20png_edited.png

No dudes escribirnos, estaremos felices de ayudarte con tu próxima aventura!

mpakyvamos@gmail.com

+57 (301) 7553790

@mpakyvamos

© 2020 by mpakyvamos. Proudly created with Wix.com

bottom of page